Entiendo que no creas lo que yo
digo, incluso que ni siquiera creas en
lo que tu defiendes, pero porque mi postura sea positiva ¿soy reo de tener que
convencerte? Mi postura no me hace apóstol de lo que defiendo. Afirmo porque
así lo he decidido, porque a pesar de que los argumentos para negar son tantos
y tan inconsistentes como los de mi postura esta es la que he adoptado. No
pretendo tener la razón ni reconozco que tu la tengas, simplemente enumero con
la convicción del prestidigitador aquellos argumentos que perfilan mi postura.
Si tu tienes necesidad o fe, en tu falta de fe o de necesidad, predica en la
dirección en la que el viento me aleje tus palabras. Para mi la controversia es
una postura estética y la discusión la incapacidad de saber que no podremos
convencernos mutuamente. Negar, por postura, obligar al oponente a sustentar la
carga de la prueba es una forma implícita de mantener una razón sin argumentos,
argumentar parodiando los argumentos contrarios, argumentar no aportando mas
que la negación delante del argumento contrario, invocar a la ciencia, la
inconstante y siempre cambiante ciencia,
o a la fe inamovible como verdad absoluta es renunciar a presentar tu razón y solo
demuestra que tu interés es negar mi postura y no convencer de la tuya.
Pero estoy seguro de que todo esto ya lo
sabes. El único problema es que llegado el momento ambos sabremos que yo tenía
razón, o que nunca llegará el momento en que yo pueda reconocértela.
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