Hace años montando un control de producción
en una empresa aprendí a reconocer una de las patas. No todos los trabajadores
que se mueven mucho y parecen intervenir en todo realizan una labor productiva.
Traducido, hay trabajadores especializados en estar en todas partes, moverse
continuamente y no realizar ninguna labor productiva. Se les distingue también
porque requeridos para echar una mano están saturados de trabajo. Extrapolando,
estar en muchos sitios, estar con mucha gente no significa necesariamente
interesarse por ella.
La segunda pata me la dio un amigo que pretendía pensar
que todos somos buenos. Si todos somos buenos ninguno somos nada. ¿Cómo podemos
saber que somos buenos si no existe un referente de maldad? Tiene que haber
algún malo para que existan los buenos, aunque el malo se crea bueno y crea a
los buenos malos, que a lo mejor tiene razón. Extrapolando, No podemos ser
amigos de todo el género humano, y ya puestos hay que tener buenos enemigos
para tener buenos amigos. Yo quiero a mis enemigos, con un amor negativo, con
la misma fuerza que quiero a mis amigos.
La tercera pata surgió comentando
las palabras de un conocido. Debatíamos otro amigo y yo tras un debate a varias
bandas sobre a quien de los dos daba la razón un tercer participante. En esa
estábamos cuando otro amigo más se unió a la puja y nos las desbarató. “¿No os
habeis dado cuenta de que aunque habla mucho nunca acaba una frase? ¿nunca saca
una conclusión? Siempre acaba haciendo una
pregunta cómplice como ¿Vale? o pues eso… , y cada uno saca la
conclusión que le interesa”. Observado en posteriores ocasiones efectivamente
siempre dejaba en suspenso lo que debería haber sido su opinión con lo cual
nunca disentía de nadie. Extrapolando, si quieres llevarte bien con todos no
digas lo que piensas realmente, o llevado a lo malévolo y perfecto, no pienses.
Asi que ahora cuando alguien
cumple una, dos o tres de las patas procuro poner cara de sonrisa pánfila,
hacerme a un lado cuando se acerca y sobre todo jamás, jamás, emitir una
opinión cuando puede oirme. Extrapolando, dios nos pille confesados.