Me temo Capitán que mucho de lo que se discute, sobre todo en
cuestiones que tienen que ver con las leyes y la política –que me han dicho que
no son lo mismo- parten de la utilización del lenguaje para crear un concepto
que admita un mensaje fácil y por tanto al que la sociedad sea permeable. Las
nubes o los aspersores son los medios de comunicación.
Ya hablamos hace no mucho del uso maniqueo de las palabras. Llamar a
una persona mayor no es más que una forma simple de no decir nada, todo ser
nacido es mayor que otro nacido posteriormente. Todos somos mayores que pasado
el primer segundo de vida, porque mayor es comparativo, no calificativo.
Cuando alguien dice de un vehículo que va con exceso de velocidad me
entran unas ganas terribles de pararlo para comprobar si el exceso lo lleva en
una maleta o todo suelto por el coche.
Lo que provoca un accidente, si hablamos de velocidad, es la velocidad
inadecuada, por exceso o por defecto, esto es la velocidad que lleva al
conductor a perder el control de su vehículo u obligar a perderlo a otros que
le rodean. Si alguien intenta tomar una curva de 180º y un radio de giro de 6 m . a más de 50 Km/h , no es un
infractor, que lo es, es un imbécil que no conoce las leyes de la física o un
piloto especialmente entrenado para poder rebasar ciertos límites. La velocidad
adecuada es única para cada persona, climatología, carretera, vehículo y estado
psicológico. Pero así no se saca dinero.
Pero la velocidad es inadecuada también cuando causa fatiga,
aburrimiento o distracción por falta de tensión en el conductor, de hecho la
mayor causa de accidentes mortales no es la velocidad inadecuada por
exceso-esta solo es la causa del mayor número de multas- si no la distracción o
el sueño, pero estos no son detectables por los radares y por tanto no son
negocio.
Mientras tanto podemos seguir dedicándonos a discutir, perseguir y
llamar a nuestro lado a todos los personajes, imaginarios o no, que queramos.
Mientras los legisladores de la cosa tengan el único interés de
recaudar y no el de formar y se siga permitiendo que incapaces físicos y/o
psicológicos accedan al carnet de conducir porque es un negocio las carreteras
no serán seguras, y no siempre lo pagarán los culpables. Usad la misma
permisividad para pilotar aviones y veremos cuantos vivos quedan al cabo de un
par de años.
Mientras tanto dediquémonos a los sofismas que a los manejadores del
cotarro les interesan y sigamos pagando, balando y matándonos
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