Está en el refranero popular
español que el mejor amigo del hombre es el perro, y así ha sido siempre hasta
que Carlos Rodríguez Braun, economista y tertuliano habitual de Onda Cero,
explicó con gran acierto que realmente el mejor amigo del hombre es el chivo
expiatorio.
Y yo estoy con Rodríguez Braun.
No existe nada más socorrido en el mundo para afrontar un fracaso que señalar
un chivo expiatorio, un culpable lateral que no tenga opción de defensa real y
que asuma la culpa de otro, o que asuma una culpa lateral que evite al culpable
del fracaso principal ser señalado.
Hasta tal punto me parece
acertada la elección del pobre chivo como animal mejor amigo del hombre, que yo
apostaría por convertirlo en unidad de fracaso. Esto es, yo mediría los
fracasos en chivos expiatorios, en culpables alternativos para intentar desviar
la atención de un fracaso palmario. La medida seguramente podría ser
sociológica, y cumpliría una buena referencia de estudio, pero en el ámbito en
el que sería fundamental sería en el político. Imagínense un debate
parlamentario en el que el gobierno y la oposición se atacan evaluando sus
gestiones en chivos expiatorios. Por fin podríamos comparar con cierto criterio
quién tiene razón en el “y tú más”, que casi como argumentario único utilizan
en sus enfrentamientos.
Pero, en este momento concreto,
solo hay un análisis en el que podamos estar interesados, uno en el que las
redes sociales se dividen en partidarios y detractores sin que les importe otra
cosa que la ideología que profesan, uno en el que lo único que no se encuentra
es un análisis riguroso y desapasionado de lo realizado, sin matices, sin pretender
saber el resultado antes de empezar a hacer el estudio, uno en el que los datos
sean rigurosos y fiables y se puedan utilizar fuentes sin contaminar por un
interés previo. Así que en un alarde de unirme al disparate general de la falta
de seriedad, que no de rigor por mi parte, y a la falta de voluntad de
encontrar un resultado ecuánime, he decidido hacer un estudio de la gestión en
chivos expiatorios.
1-
Los chinos que por culpa de sus bárbaras
costumbres alimentarias han sido el origen de la pandemia.
2-
Los turistas que sin rigor y sin control han
viajado de un lugar para otro con el bicho a cuestas.
3-
Los comerciantes con tratos en China que han
sido portadores interesados del virus
4-
Los chinos otra vez porque nos han ocultado
datos. Y encima han marcado tendencia.
5-
Los primeros contagiados por morirse sin avisar
que era de esta enfermedad concreta.
6-
El fútbol, para los que no les gusta el fútbol,
por celebrar partidos con contagiados en las gradas, y en el campo, y sin que
las autoridades lo evitaran.
7-
Los de Vox, para unos, por convocar una
manifestación autorizada, cuando ya había indicios de que la enfermedad estaba
entre nosotros.
8-
Las feministas, para otros, por convocar una
manifestación autorizada, cuando ya había indicios de que la enfermedad estaba
entre nosotros.
9-
Los ciudadanos que no habrían permitido una medida
de confinamiento antes de lo que decidió, prudentemente, el gobierno que eligió
el momento justo.
10-
De nuevo los chinos, que primero te cobran y
luego no te dan la mercancía.
11-
Los turcos que después de cobrar retienen la
mercancía.
12-
Los persas, no nos olvidemos de los persas y su
famoso mercado.
13-
Los chinos, ya pesados, por insolidarios y
cerrar sus fronteras a los demás países a la salida del material que ellos
fabricaban y consideraban necesitar.
14-
Los “madrileños”, por ejercer su derecho a pasar
el confinamiento donde mejor les parezca por el simple hecho de pagar impuestos
en ese lugar.
15-
Las residencias de ancianos privadas, a las que
incluso se les abren diligencias, y sin diferenciar, ¿por ignorancia?, las
privadas de alto costo de las privadas de caridad, estas últimas normalmente de
ONGs y religiosas, que además son las que más muertos tienen.
16-
Los que no respetaban el confinamiento y
ayudaban a expandir el virus en zonas aisladas y solitarias.
17-
Los que se oponen al gobierno y a sus medidas,
porque los ponen nerviosos y se equivocan más.
18-
Amancio Ortega, por rico, solidario y comprometido.
¿Habrase visto?
19-
Los niños y los padres. Los unos por ser niños e
irresponsables y los otros porque no los controlan como dios manda, aunque dios
no haya dicho nada al respecto.
20-
Las estadísticas, por no decir claramente lo que
el gobierno quiere que digan.
21-
Los gobiernos anteriores por haber recortado la
sanidad, aunque los informes más serios separen claramente el sistema sanitario
de la gestión sanitaria a la hora de evaluar los resultados.
22-
Los ciudadanos en general por su impaciencia y
hartazgo con el confinamiento, y por hacerlo público con caceroladas.
23-
Los alemanes, los portugueses y tantos otros países
que, en un acto irresponsable, y curiosamente efectivo, no han hecho un
confinamiento tan riguroso como los españoles, y dan mal ejemplo.
24-
Los españoles en general, para los catalanes,
porque lo hacen todo mal.
En fin, que, en definitiva, esta
ha sido una crisis de, sin ser exhaustivos, 24 Ces (chivos expiatorios) de
magnitud, que no está nada mal.
Para acabar de rematar la miseria
humana que semejante disparate supone solo falta señalar a los muertos como cómplices
necesarios en el fracaso del gobierno, pero los muertos no admiten bromas, ni
sus familiares desesperados en la busca de los cadáveres de sus seres queridos
sin que, en algunos casos, parezca que nadie controlaba a los fallecidos, y
lleguen a tener la sensación de que entierran a muertos ajenos.
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