jueves, 29 de marzo de 2012

La Orbita del Alma (02-2010)


Podríamos ponernos científicos y hablar de la inflación de los universos y las vidas recurrentes.
Podríamos ponernos religiosos y hablar de la identidad del alma y el Espíritu Santo y por tanto la proporción de deidad y universalidad que le corresponden.
Podríamos ponernos ocurrentes e intentar un calculo parecido al de  la termodinámica del infierno.
Pero siendo prácticos, podemos hacer un cálculo inmediato y establecer la ley gravitacional del alma, así, a volapié, que diría:

D = A^N + a * n - O * N1 + B * S - I + M [con intervalo de valores entre 0 e infinito]

Donde:

D = Radio medio de la órbita (en realidad perímetro) del alma
A = Amor irradiado en pasionones
N = Número de personas a las que se ama
a = cariño verdadero, del que no se compra ni se vende ( acordarse de convertir las décimas de pasionón en pasionones a la hora de aplicar la fórmula)
n = número de personas a las que realmente queremos
O = Odio irrefrenable ( también en pasionones)
N1 = Numero de personas a las que, culpa suya fijo, odiamos, y a partir de ahora más por robarnos un poco de alma.
B = Capacidad de apreciar la belleza que nos rodea ( convertir los disfrutinos en pasionones según la relación 1 disfrutino = 0,3 pasionones)
S = Número de veces en que nos sorprendemos con la belleza que nos rodea al mes
I = Cuota fija de indiferencia general ( no vale descontar los de preocupaciones, son inapreciables para la formula)
M = Grado de indignación con el mal y la desgracia ajena ( convertir los cagoental multiplicando por 2)

Pensaba extenderme algo más, pero me acabo de quedar calvo.


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