Hace tiempo papá que no te escribo. Hace tiempo papá que no
te encuentro. Hace tiempo, tanto tiempo, que no te percibo en tu cuerpo, que un
extraño te usurpa y se escuda en sonidos inconexos para que no sepamos que no
queda de ti más que el quebrantado cuerpo, los ojos que ya no miran, las manos
que ya no abrazan, los pies que no encuentran camino, la boca y sus balbuceos.
Hace ya tiempo papá que sospecho que el hilo de plata se
quebró en algún momento y dejó atrás unos jirones de alma para que nosotros cuidemos
durante el tiempo que tarde en volver y llevarse el resto.
No se papá. No sé si en algún sitio, ahí adentro, queda algo
de lo que fuiste, queda algún destello fugaz del hombre que habitó ese cuerpo.
Creo que no papá y no me siento mejor por ello. Ni liberado, ni más preocupado.
Solo siento que el tiempo pasa y tú estás cada vez más lejos.
Perdido en un mundo que no acierto a atisbar cuando aprietas los ojos para no
mirar, para no ver, incluso para no escuchar.
Hace tiempo papá que no te escribo porque la carencia de
palabras en tú boca cercena las mías que ya no son más que lamento sin esperanza
de encontrar oídos, añoranzas de tiempos pretéritos que entonces parecían
tristes, que entonces parecían yermos.
Nunca mis cartas tuvieron un destinatario, nunca lo
necesitaron. Ahora tampoco lo tienen, ahora ya no lo encuentro.
Otra delicia de su cosecha. Gracias
ResponderEliminarGracias Doctor.
ResponderEliminarGracias Doctor.
ResponderEliminarApeeme por favor el gentilicio. Para mis amigos, con Francisco ya está bien. Un verdadero placer leerle, siempre y en todos los medios que logro leerle.
ResponderEliminar