domingo, 2 de febrero de 2014

De Trincones y Linchadores

Se han puesto de moda. No hay noticiario en televisión que no recoja un tumulto de linchadores anónimos e indignados ante una cámara de televisión con la cara crispada y el insulto amartillado, con el ansia de golpear cualquier cosa que les pille cerca y la indignación en forma de baba mediática saltando de la boca como metralla añadida al insulto que es el proyectil principal. Solo senecesitan unos ingredientes básicos: la entrada de un juzgado o comisaria, un imputado mediático que garantice la cámara de televisión y un espacio conveniente para poder dar una cierta continuidad a la acción y garantizar una densidad mínima de masa linchadora.
Al parecer ciertas universidades ya están planteando la inclusión en sus planes de estudio de un master en linchamiento audiovisual incluyendo asignaturas tales como:
-     El insulto: Graduación de la voz, tono y selección para conseguir una mayor atención de las cámaras
-          Situación estratégica y adaptación al espacio. Como situarse para lograr un mayor enfoque y los movimientos necesarios para permanecer ente la cámara
-          Expresividad. Gestos y actitudes que permiten un mayor impacto en los medios audiovisuales
-          Expresión oral. Como contestar a las posibles preguntas de los medios para garantizar la mayor difusión posible
-          Motivación, sus secretos. Ejercicios y técnicas para adquirir el estado anímico requerido
-    Historia. El linchamiento público a través de la historia. Gracia, Roma, la Edad media, la Inquisición, la edad moderna
-          Matemáticas adaptadas. Planteamiento matemático para cálculo de ángulos y espacios. Cálculo de masas críticas en función del espacio y la notoriedad del personaje.
-   Capacitación técnica. Estudio de los principales modelos de cámaras, micrófonos y sus características técnicas. Evaluación de la difusión en función de los medios técnicos desplegados.
Claro que a lo mejor yo soy un mal pensado. A lo mejor todas esas personas que pierden el aspecto humano y la dignidad en su afán de agraviar a un personaje notorio, casi nunca notable, del momento lo hacen de forma espontánea y realmente indignada. Se han tomado la molestia de indagar trabajosamente a quien, cuando y donde le van a dar un paseíllo y con gran dificultad y sacrificio allá que se van para poder desembarazarse de esa decepción, esa pena, esa indignación que posteriormente expresarán en forma de rabia extrema y desenfrenada.
En estos hipotéticos casos yo siempre me acuerdo de aquello que una vez le oí decir a mi amigo Pedro: “Aquí el único que puede presumir de no ser maríca soy yo que lo he probado y no me ha gustado”. En un país de trincones, empezando por mí mismo, donde los oficinistas se llevan a casa el papel, los bolígrafos y las gomas de borrar, las señoras de la limpieza las bayetas y los limpiacristales, el personal sanitarios las vendas y los medicamentos y quién más y quién menos se nutre de aquello a lo que tiene acceso uno no puede por menos que pensar que en la ecuación que manejan los linchadores se omite un término.
Yo vengo a insultarte porque eres un chorizo, un ladrón y un sinvergüenza, y, y esta es la parte que nadie estará dispuesto a admitir, porque la vida te ha dado la oportunidad de pillar lo que a mí me hubiera gustado.

Y por supuesto mis disculpas a los que habiéndolo probado….

No hay comentarios:

Publicar un comentario