miércoles, 9 de marzo de 2016

Los mirones invitan a tabaco

Después de todo este tiempo, me refiero al tiempo transcurrido desde las elecciones, tengo claras dos cosas, bueno, claras no, medianamente claras: la primera es que los supuestos líderes, en realidad caras visibles porque líderes son los que ejercen un liderazgo, de los partidos han decidido usar a los españoles como justificación y garantía de sus enconos, frustraciones y ambiciones personales, eso sí todo envuelto en un envoltorio patético-ideologizante que les permita gritar mucho en esas convenciones para convencidos que ahora llamamos mítines y a poder ser cuando haya una cámara cerca.
Estoy harto, hasta los mismísimos votos, de que todos digan que han entendido el mensaje de las urnas cuando lo que quieren  decir es que les vale el recuento para poder decir que las urnas han dicho lo que les conviene. Estoy harto, hasta las urnas, de que los voceros se dediquen a explicarme lo que tengo que pensar y lleguen a conclusiones por mí como si fuera tonto, que no dudo que lo sea, pero en todo caso menos que ellos.
La segunda es que, como decía un primo mío, “o son tontos o comieron flores de pequeños”. Uno, viendo los ejercicios retóricos comunes, los desesperados esfuerzos por decir que están dispuestos al diálogo en tanto ponen unas condiciones imposibles para los demás para poder decir que son los otros los que no quieren dialogar.
¿Nos toman por tontos? ¿Somos tan tontos que realmente nos lo creemos? ¿Tenía yo razón y estamos asistiendo a la estrategia de los dos grandes partidos por llegar a unas nuevas elecciones y quitarse de en medio a los partidos emergentes? ¿Sobrevivirá ciudadanos a unas nuevas elecciones? ¿Sobrevivirá Pedro Sánchez?
En todas estas preguntas a mí me da la impresión de que los principales damnificados por unas nuevas elecciones serían, por este orden y salvo espectáculos por venir, Pedro Sánchez, Ciudadanos y el PSOE. Ciudadanos porque se desangraría por la izquierda y por la derecha y el PSOE porque podría desangrarse por la izquierda. De Pedro Sánchez me temo que ya se encargan los suyos propios.
¿Y si aprendieran a jugar al ajedrez? Si aprendieran a jugar al ajedrez, el panorama sería diferente. Veamos: El PP, con blancas por ser el más votado, abriría avanzando peón y buscando una defensa fuerte de sus posiciones dada la debilidad que su falta de mayoría aconseja la prudencia, y el PSOE haría una partida agresiva buscando ofrecer unas tablas en el momento en que consiguiera que las blancas cedieran algunas piezas, incluso buscando alguna torre y amenazando al rey.
Traducido. ¿Qué hubiera pasado si Pedro Sánchez le hubiera hecho a Rajoy una oferta similar a la que él recibió por parte de Pablo Iglesias? ¿Si hubiera propuesto para el PSOE las carteras sociales y fiscales? Pues que posiblemente se habría formado un gobierno que diera continuidad a la recuperación pero introduciendo ciertas políticas socialmente necesarias. O sea, viendo los resultados de las elecciones, lo que parecen haber dicho los españoles. Por lo menos los que yo escucho. Y además Pedro Sánchez se hubiera consolidado en su partido como el líder capaz de quitar la iniciativa al PP y sacar una victoria de una evidente derrota.

¿Y Ciudadanos y Podemos?, pues como se dice en las partidas: “Los mirones callan e invitan a tabaco”. Llegados al momento del final de la partida los participantes pueden invitar a copas a alguno de los espectadores, o a todos. Incluso pueden, durante las copas, comentar las variantes tácticas que ellos hubieran introducido. Ya se sabe que el mejor jugador siempre es el que no juega.

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