El debate está en la calle, pero
como casi siempre, exagero en el casi, hay más gente interesada en llevar la
razón que en ser razonable, gente dispuesta a desvirtuar, contaminar y utilizar
cualquier método para salirse con la suya.
¿Qué es un laico? Curiosamente el
término es básicamente religioso y significa, desde el punto de vista católico,
aquel que no ha profesado los votos, seglar o secular serían también
equivalentes. Si nos vamos al budismo se refiere a monjes que practican sin
necesidad de templo. Casi lo mismo. Curiosamente todos los primeros cristianos
eran laicos o legos.
¿Es por tanto este el debate
abierto en la sociedad actual cuando se reclama un estado laico, una escuela
laica, una sociedad laica? Me temo que no. Laico en este caso se toma como al
margen de la religión, no adscrito a ninguna creencia ni práctica religiosa.
¿Es por tanto este el debate? Debería de serlo pero me temo que hay más gente
interesada en crear su propia acepción e imponérsela a los demás que en llevar
el término a su justa medida.
Teniendo catorce años decidí,
tras una experiencia traumática en un colegio religioso, abandonar la práctica
religiosa. Nunca por ello se me ha ocurrido considerar a la iglesia católica,
ni a ninguna otra, como un antro de perversión por la misma razón que si voy a
una panadería y me venden un mal pan no condeno al gremio de los panaderos.
Pero no puedo evitar cuando veo a
ciertos colectivos utilizar la palabra, el concepto, percibir un cierto
tufillo, una peste hedionda, a postura anti religiosa, por no decir, o hay que
decirlo, anticatólica. El anticlericalismo, la anti religiosidad, aparte de
denotar una cierta falta de perspectiva histórica y una postura agraviada, es
un posicionamiento no laico, ya que denota la falta de una virtud sin la que el
laicismo no es posible, la tolerancia, por lo que se convierte
indefectiblemente en una religión alternativa, o en una alternativa a la
religión, como se prefiera, pero religión al fin y al cabo.
Aquellos que se ofenden cuando un
líder religioso se pronuncia sobre un tema porque no coincide con su idea no
adoptan una postura laica ya que esa persona se pronuncia para los suyos y
según sus códigos morales. Utilizar esas palabras para arremeter contra la
iglesia a la que pertenece es anticlerical y demagógico. Si es erróneo para su
iglesia que ella y sus seguidores se lo demanden y en todo caso a mí ni me va
ni me viene, ya que ni vivo en sus preceptos ni pretendo caer en la demagogia
de condenar a los que me condenan.
Perseguir ciertas tradiciones
porque tienen un origen religioso no es ser laico, es ser un descerebrado o un
demagogo, que de todo hay, porque entonces habrá que quemar todas las pinturas
de origen religioso, incluso mitológico dado que la mitología era una religión,
y las esculturas y las obras de teatro que toquen el tema, todos los clásicos,
y derribar las iglesias y las catedrales e incluso condenar al olvido a miles
de recetas que recordarán su pasado clerical o, simplemente, de conmemoración y
costumbres de ciertas fechas.
No sé, según lo escribía alguna de
estas prácticas me ha traído a la cabeza al Estado Islámico y las suyas.
Yo, mientras tanto, y conserve la
cabeza, seguiré convencido de que soy laico ya que no practico ninguna religión
concreta. Eso sí, voy a seguir creyendo en los Reyes Magos, voy a seguir
disfrutando de lo poco que queda de Navidad, voy a seguir extasiándome ante la
apabullante estética de ciertos pasos de Semana Santa cuando transcurren por
lugares que los realzan y voy a seguir disfrutando del impacto emocional que
producen en los que lo contemplan. Y si, también seguiré asistiendo a
ceremonias religiosas, de cualquier religión, sin temor a condenarme ni a
faltarle al bien común cuando algún amigo o familiar demande mi compañía para
festejar con él o acompañarlo en momentos de necesidad.
Porque soy laico, pero nada,
nada, anti religioso. Porque esa religión, la anti religión, tampoco la practico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario